El jueves 13 de mayo de 2021, los 90 años, falleció Manlio Landolfi.
Modesto, tenaz, curioso, amigable, este hombre pequeño fue, o mejor dicho ES, un grande entre los defensores de la naturaleza urbana.
Centró su actividad en el Parque Avellaneda donde descubrió con asombro de naturalista, una colección magnífica de árboles, incluyendo un sector
con especies nativas de la Argentina instalado en la década de 1980.
Tranquilo pero incansable, Manlio fue gestando una puesta en valor del valioso patrimonio natural del Parque Avellaneda. En marzo de 1999 organizó un
ciclo de charlas sobre aves y plantas silvestres de la región en el edificio del antiguo natatorio del Parque Avellaneda, hoy Centro de Producción Cultural
y Escuela Media 2. En el año 2004 publicó una guía de las Aves de Parque Avellaneda y en 2014, luego de muchas gestiones, otro libro con los árboles de
Parque Avellaneda, del cual lanzó su actualización en 2020.
Su laboriosa tarea de divulgador y gestor del bien comunitario está presente en múltiples detalles sin interpretrar en el Parque Avellaneda. Lo que hoy
nos resulta una acción aceptada y cotidiana, como plantar especies nativas u observar aves en la Ciudad, hace apenas 30 años atrás era una rareza.
Fue pionero y como tal debió enfrentar la incomprensión e intolerancia de algunos vecinos y funcionarios.
Manlio logró abrir una puerta hacia la valoración de la naturaleza nativa de Buenos Aires. Hoy la atravesamos sin darnos cuenta,
como si siempre hubiera estado abierta.
Eduardo Haene